No solo tiene el mismo nombre, el mismo apodo, la misma sangre. Si no que tienen la misma pasión por el futbol. Chícharo, como lo conocían por sus grandes ojos verdes como la verdura y por su baja estatura, fue un jugador mexicano de los 80s que durante su carrera vistió 3 camisetas: La de Jaguares, Puebla, Atlas y Morelia durante 20 años, desde 1979 y 1999. Aunque durante su carrera nunca se logró consolidar como un gran jugador y tampoco pudo resaltar jugando en algún equipo de elite, “Chícharo” se encargó de dejar un gran legado y es que Javier Hernández en 1988 se convirtió en padre de un niño, un niño que nunca imagino que iba a ser mejor que el en lo futbolístico.
También lo llamo Javier y siempre quiso que sea delantero como él. Por eso que desde pequeño siempre le quiso inculcar la disciplina pero lo que no sabía es que esa disciplina él la llevaba en la sangre. Desde pequeño Javier Hernández Jr. integro a la división menor del Guadalajara, a los 9 años ya sabía cuál sería su vocación. Luego se uniría a los Chivas Coras, un equipo filial de Tepic, Nayarit en la temporada 2005-2006. “Chicharito” comenzó a resaltar así que en el torneo apertura 2006 debuta con el primer equipo, llevándose una victoria sobre el Necaxa con un gol de “Chicharito” a los 83 minutos. Nada mal para un muchachito que comenzaba a resaltar y abrirse campo con un nombre que lo respaldaba.
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| Le dicen chicharito por su papa chicharo |
De Chicharo a Chicharito on PhotoPeach
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